El recubrimiento en polvo ofrece grandes ventajas, como durabilidad, versatilidad en colores y efectos, así como eficiencia económica y sostenibilidad. Continúa leyendo y descubre más sobre este tipo de recubrimiento y por qué deberías considerarlo para tus productos industriales.
¿Cuáles son las aplicaciones del recubrimiento en polvo?
El recubrimiento en polvo industrial se utiliza en una amplia variedad de aplicaciones. Algunos ejemplos incluyen maquinaria agrícola y de construcción, piezas de vehículos, electrodomésticos, revestimientos de protección, y muebles de madera.
Este método es adecuado para materiales conductores, como acero inoxidable y aluminio, madera pretratada y MDF, así como materiales resistentes al calor, como vidrio y cerámica.
¿Cómo es el proceso de recubrimiento en polvo industrial?
- Pretratamiento de la pieza: Antes de aplicar el recubrimiento en polvo, es fundamental realizar un adecuado pretratamiento de la superficie. Esta etapa busca obtener una superficie limpia y libre de grasa para garantizar una buena adhesión de la capa de recubrimiento.
- Aplicación del recubrimiento: Durante la aplicación, la pieza se conecta a tierra y se carga el polvo, ya sea mediante carga Corona o carga Tribo. La carga Corona es el método más común y ofrece flexibilidad en el ajuste de la carga según las necesidades y condiciones ambientales.
- Reticulación y secado (curado): Después de la aplicación del polvo, la capa de recubrimiento aún se encuentra en forma de polvo. Mediante el calentamiento a temperaturas específicas (160 a 200 grados Celsius), el polvo se funde y se produce el curado de la capa de recubrimiento.
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